VÍDEO ATM INSIDER | Así fue la fiesta de los jugadores dentro de los vestuarios del Atlético en Munich

Menos de 10 minutos después de meterse al vestuario, alguien dio el grito: «¡Eh! Vamos ahí fuera a saludar a la gente», se escuchó en el vestuario visitante del Allianz Arena, con gente metida en el jacuzzi, con abrazos, con gritos, con alguna lágrima. Y allí aparecieron todos los jugadores, Gabi en chanclas, que para eso es el capitán, y muchos con sus teléfonos para grabar la grada, para inmortalizar a los 3.000 de Múnich, sudorosos por el miedo que pasaron, que fue mucho, pues el Bayern fue, en palabras del gurú, de Simeone, «el mejor equipo al que enfrentamos en estos cuatro años».

Koke quería grabar un vídeo con Godín, pero Godín, que es más alto y más fuerte, lo enganchó del cuello y la cosa terminó en un ‘selfie’ para la historia, para la de la tercera final, la segunda en tres años, del Atlético de Madrid en la Copa de Europa, con la grada, vacía de alemanes, llena de españoles, cantando: «¡Luis Aragonés, Luis Aragonés!», quién sabe, allá donde esté, si sabiéndose vengado por lo del 74. No pensaba mucho en ello Diego Simeone, que después de salir con todos salió al césped, otra vez, solo. Bueno, solo no. Con su teléfono móvil. Vía ‘Skype’, al otro lado del mundo estaban sus hijos. Les hablaba, les hacía gestos, ya sin la chaqueta del traje, todo sobraba a esas alturas en la expedición rojiblanca.

Esto fue todo lo que pasó: