[Declaraciones] Giovanni Simeone: «Yo no opino del Atlético y mi viejo no opina de River»

La emotiva visita del exitoso técnico del Atlético de Madrid terminó en un pequeño conflicto entre padre e hijo, porque el Cholo dejó más de medio tanque vacío de la camioneta que heredó Giovanni y, encima, el pibe la tuvo que ir a buscar en remís… “Cuando lo llamé para reclamarle, me recordó que la chata era suya, ja”, bromea el mayor de los tres Simeone, el ariete de River.

-¿Cómo viviste que tu papá te viniera a ver por primera vez? -Significó mucho para mí volver a tenerlo ahí viéndome jugar y alentándome, porque la última vez había sido cuando salimos campeones en la Octava, hacía mucho tiempo. Nunca me vio jugar ni siquiera en la Reserva. La que me hacía el aguante era mi vieja, que no faltó nunca.

-¿Lo viste antes del partido al Cholo? -Sí, estuve con él en el hotel, antes de la merienda. Nos saludamos y hablamos poco, porque a él no le gusta quedarse ahí donde yo estoy con el plantel.

-¿Qué te dijo en esa charla de padre a hijo? ¿Te dio algún consejo? -Desde que subí a Primera no me da más consejos y me dice que escuche a los entrenadores, pero me repitió cosas que me dice siempre: que nunca baje los brazos, que por más que juegue cinco o diez minutos trate de que el técnico me vea bien…

-¿Al jugar te puso nervioso su presencia? -Al principio sentí un poco de nervios y pensaba “¿dónde está”?, lo buscaba y no lo encontraba. Pero una vez que te metés en el partido, te olvidas de todo: de tu papá, de tu mamá, de tu tía… De todo.

-¿Cómo te enteraste de que venía a verte? -Hace dos semanas me dijo que estaba con ganas de verme y que, como tenía cuatro días libres, pensaba en hacerse una escapada. Y justo dos días antes de le conté que iba a San Juan y que seguro que sería titular. Entonces decidió y se vino. Se dio todo de pedo.

-¿Le gustó cómo jugaste? -De eso no me dice nada, yo tengo que escuchar a mi entrenador.

-¿Y qué te dice Gallardo? -Me pide que esté más cerca del equipo, que me apoye y después vaya al área y al primer palo.

-¿Vos a tu papá tampoco le decís nada del Atlético? -No, no. Yo no opino del Atlético y mi viejo no opina de River. Además, por los viajes, al Aleti no lo puedo ver tanto. Antes, cuando dirigía a River, sí lo jodía con que pusiera a Alexis Sánchez y no lo ponía. Al final, yo tenía razón, je…

-Pero podés opinar quién juega mejor, si el Atlético o River…

-No, no, ja. Lo que puedo decir es que me gusta muchísimo cómo juega River, porque apuesta por la presión y la pelota al pie. Hoy ningún equipo argentino tiene esa manera de jugar.

-¿Te costó insertarte en el equipo por haber ido de sparring al Mundial? -Un poco, sí. Pagué cierto costo por eso, pero por otro lado tuve grandes satisfacciones. Me hice más amigo con compañeros del club con los que no me llevaba tanto. Y después, obviamente, la experiencia de estar tantos días conviviendo con los jugadores de la Selección es una experiencia única. Me acuerdo que desde el primer día todos nos queríamos sacar fotos con Messi y dijimos: “Lo hacemos ahora y nunca más”. Era imposible no querer sacarse fotos estando ahí con el mejor del mundo.

-A la vuelta, con Gallardo arrancaste casi de cero.

-Me costó porque no estuve en la pretemporada y ahí fue cuando Gallardo hizo hincapié en todo lo que pretendía. Ahora me estoy adaptando, pero al principio terminaba muerto en los entrenamientos porque nos pide mucha presión. Y tiene razón, porque los delanteros tenemos que ser los primeros en presionar.

-¿Te vino bien jugar en la Reserva? -Me vino bien. A veces pienso qué es mejor, si estar en el banco de Primera y no jugar o sumar minutos en Reserva y mejorar cosas.

-¿Cuál es tu meta hoy? -Ahora sólo pienso en el día a día, como dice mi viejo. Y tiene razón, porque antes sólo pensaba en cumplir mi sueño de ganar la Champions pero me di cuenta que tengo que ir por objetivos cortos y superándome de a poco. En San Juan pude mostrarme y me fue bastante bien. Y aunque me faltó el gol, me sirvió.

-¿Estás ansioso por el gol? -Y, un poco sí. Y más por cómo jugamos ahora. Pero no sólo yo, todos estamos ansiosos por hacer goles. Por ahí Teo y Mora manejan la ansiedad porque tienen más experiencia, pero a Lucas (Boyé) y a mí nos cuesta más controlarla. Y eso no se mejora de un día para el otro, te lo dan los partidos…